domingo, 21 de septiembre de 2014

UNA BIBLIOTECA EN LA QUE PERDERSE


En lo más oscuro de la Edad Media el joven Adso y su maestro Guillermo de Baskerville llegan a una abadía de Italia, cuyo nombre prefieren no mencionar, con la intención de participar en un debate intelectual sobre el camino que ha de tomar la Iglesia. Nada más llegar, el sagaz Guillermo recibe del abad el encargo de hallar al culpable de la oleada de terribles crímenes que parecen anunciar el Apocalipsis pero pronto se revelan relacionados con un peligroso libro. Y es que, las más de las veces, amigos míos, el saber resulta de lo más peligroso.
Tal es el argumento de una novela titulada El nombre de la rosa de Umberto Eco y de una magnífica película homónima de 1986 que, dirigida por Jean-Jacques Annaud, viene a contradecir aquello de “el libro es siempre mejor que la película”. Si queréis dar una opinión fundamentada sobre la cuestión, podéis encontrar el libro en la biblioteca y pedirle la película a quien desde aquí os escribe.
Entre tanto, os traigo un pequeño adelanto. Nuestra particular pareja de detectives ha conseguido, por fin, burlar la vigilancia del bibliotecario y acceder a la zona prohibida de la biblioteca que resulta ser, ¡oh, sorpresa!, un laberinto de lo más endemoniado. Un leve despiste de Adso lo lleva a separarse un momento de su maestro. El reencuentro es más que difícil y también hallar la salida. Sin embargo, una imaginativa maniobra de Adso facilita mucho las cosas y, casi al final del clip, Guillermo lo felicita con las siguientes palabras: “Muy bien, muchacho. Tu educación clásica nos viene de perlas”.

 
Tenéis una semana, solo una semana, para dejar un comentario en esta entrada explicando a qué se refiere Guillermo o, más en concreto, de qué mito griego toma Adso la idea que les permite salir del laberinto.
Pensad, pensad, mis jóvenes amigos.

6 comentarios:

  1. El dejar un rastro de cuerda es una clara referencia a la leyenda del Minotauro, ya que en dicha leyenda, el Minotauro después de la ocurrencia del rey Minos, este decidió encerrar al Minotauro en un laberinto y cada cierto tiempo enviar a una persona para alimentar a la bestia.
    Teseo, por el contrario, fue un héroe que fue enviado como "sacrificio" a la criatura, pero consiguió vencerla. Antes de ir al laberinto se había enamorado de la princesa.

    El día en que Teseo es enviado al laberinto, la princesa le dio a una cuerda dorada para que después de matar al Minotauro pudiera volver siguiendo el rastro de cuerda.

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  2. ¡Muy bien, Jake! Sigues haciendo honor a tu apellido, "pies ligeros". Efectivamente, Adso toma la idea de dejar un rastro de hilo del mito de la muerte del Minotauro. Nos has dado casi todos los detalles y además esta vez no hay faltas, alguna cosilla gramatical pero poca cosa.
    Ya que nos has dicho casi todo, les toca a tus compañeros decirnos el nombre de la princesa, qué le ocurrió después de ayudar a Teseo y desarrollar un poco más la parte relativa a los sacrificios humanos en el laberinto.
    Tú ya has cumplido. ¿Lo he puesto demasiado fácil?

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  3. Vamos a ver:

    -El rey Minos, fue obsequiado por Poseidón con un hermosísimo toro, que más adelante debía sacrificar. Minos, al verlo, quedó maravillado, y sacrificó a otro animal de menor categoría. Entonces, Poseidón se enfadó y desató su ira de una forma muy curiosa, haciendo que la mujer del rey, se enamore del toro. Entonces Pasifae, su esposa, pidió ayuda a un ingeniero llamado Dédalo para que la construyese una escultura de una vaca de madera hueca, y así ella poder esconderse dentro y satisfacer esas necesidades tan... Extrañas...
    De esta macabra unión nació el Minotauro, una bestia mitad hombre mitad todo, y por si fuera poco, solo se alimentaba de carne humana, y con cada momento que crecía y se alimentaba, aún más mortífero era. Entonces, creó un laberinto, y encerró allí al Minotauro,al constructor, Dédalo, y a su hijo, Ícaro.
    Por aquél entonces, uno de los hijos de Minos estaba realizando una competición Olímpica que ganó, y por ello fue asesinado. Minos rompió en cólera y declaró una guerra contra el lugar donde se celebraba esa competición, Atenas. Mino ganó la guerra con la ayuda de la peste desatada en Atenas, y entonces, como disculpa, ofrecieron a Minos siete hombres y siete mujeres para que Minos ofreciese en sacrificio al Minotauro. Los jóvenes eran enviados cada año, y vez tras vez, uno tras otro iban muriendo. Años más tarde, Teseo, hijo de Egeo, decide matar al Minotauro y así liberar su patria del impuesto. Egeo le dijo que si salía con vida del laberinto, debía cambiar las velas negras de los barcos en su vuelta a casa, por otras que anunciarían la muerte de la bestia. Una vez le tocó el turno a Teseo de enfrentarse al Minotauro, fue presentado ante el rey y su familia, y allí, conoció a Ariadna, de quien se enamoró perdidamente, tanto él como ella. Ariadna rogó a Teseo que no luchase contra la bestia, pero él se empeño en que, con su ayuda, podría hacerlo, así que ella le entregó una espada y un largísimo hilo, que utilizó para saber volver por donde a entrado. Teseo lucho contra el Minotauro y lo venció y consiguió salir del laberinto con vida. En la vuelta a Atenas, abandonó a Ariadna a su suerte en la isla de Naxos.
    Cuando el barco llegaba a Atenas, Teseo no recordó la promesa hecha a su padre de cambiar las velas, por lo que éste, creyendo muerto a su hijo se arrojó al mar, dándole su nombre a partir de ese momento.

    ¡Espero que esté lo suficientemente completo!

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    1. ¡Perfecto, Jorge! Un relato muy muy exhaustivo del mito, con toda la información que pedía. Y además se nota que el relato es personal. Me encanta tu uso de los puntos suspensivos. Inconscientemente, creo, has usado un recurso estilístico que se llama reticencia: decir algo como si no quisieras decirlo. Eso sí, el otro día te dije que eras un poeta -me lo sigues pareciendo- pero el "vamos a ver" del principio te ha quedado de lo más prosaico (je, je, je)
      Te hago, eso sí, un par de indicaciones: "la construyese" es un laísmo. Pasífae es Complemento Indirecto y, en consecuencia, su referente pronominal es "le" y hay tres faltas de ortografía (una tilde y otras dos).
      Felicidades de nuevo y... pregunto otra vez: ¿lo estoy poniendo demasiado fácil?

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  4. la verdad, es que este acertijo a resultado más simple que el anterior, pero no por el hecho de contener menos información, sino porque, a parte de ser un Mito Griego realmente conocido con numerosas adaptaciones, es una leyenda entera la que te tenemos que explicar, y es muy fácil encontrar información completa sobre ella en cualquier buscador.
    En cambio, en el anterior acertijo, la información que teníamos era: Un hombre, unas hachas y un flechazo. Y fin.
    Al disponer de una información tan concreta y escasa, requiere más tiempo de búsqueda encontrar momentos donde situarlo, personajes, y demás información que debíamos encontrar.
    Aún así, he de decir que esta fantástica idea de avivar el fuego de nuestra ambición y búsqueda, realiza una de las tareas más complicadas de un profesor: Hacer que los alumnos memoricen y comprendan de una forma original, fácil y divertida.

    Espero que te haya servido de ayuda.

    ένα χαιρετισμό
    Un saludo!

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  5. ¡Gracias, Jorge!
    La próxima prueba agotará ya el episodio mítico del laberinto del minotauro y para superarla tendréis que emplear esos exóticos artefactos de papel llamados libros. Os va a tocar visitar la biblioteca... Por suerte o por desgracia, la nuestra es bastante más anodina y segura que la de "El nombre de la rosa"...
    Por lo demás, te veo impaciente por emplear el alfabeto griego, pequeño saltamontes. No desesperes, en nada estaréis escribiendo raro, raro, raro... ¡Por aquí y por allí nos vemos!

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