sábado, 23 de mayo de 2015

AGAMENÓN (ESQUILO): HOME SWEET HOME, SOMETIMES...



Hablábamos hace unos meses sobre cómo el cine había maltratado un tanto a los profesores de lenguas clásicas y, no sé muy bien cómo, me olvidé entonces de aducir como ejemplo a Andrew Crocker-Harris, que, encarnado por un siempre magnífico Albert Finney, protagoniza la tan inglesa como interesante La versión Browning. En ella un Crocker-Harris no demasiado empático -no en vano es apodado el Himmler del 5º curso- pugna por transmitir el gusto por los clásicos a alumnos más interesados en el atractivo pragmático de las Ciencias -nuestro drama, ya lo veis, viene de bien atrás-. El joven Taplow, uno de sus estudiantes, le ofrece una última posibilidad de redención y consuelo.

En el clip que sigue a continuación, asistimos a una de las últimas clases -muy inspirada, por cierto- de nuestro severo profesor, versada en el Agamenón de Esquilo. Vuestra tarea en esta ocasión es tan sencilla como predecible, mis jóvenes amigos, pues no es otra que averiguar quién fue Esquilo, cuáles son los hechos narrados en su obra Agamenón, así como citar los títulos de las obras que completan la trilogía de la que forma parte, la Orestía, un ejemplo perfecto de cómo el regreso (νόστος) es, en ocasiones, más que difícil. ¡Ay! 



sábado, 16 de mayo de 2015

EN LA RECTA FINAL, ¡UNA DE TEATRO GRIEGO!



Lenny y Miranda son un matrimonio neoyorquino con problemas de fertilidad. Decididos a ser padres, adoptan a un niño que, desde bien temprano, da evidentes muestras de genialidad. Consumido por la curiosidad, Lenny decide investigar la identidad de la madre biológica, que resulta ser una voluptuosa prostituta con menos luces todavía que las que componen el alumbrado menés. Tal es el punto de partida de la magnífica comedia que Woody Allen dirigió en 1995, Poderosa Afrodita, de la que ya se ocuparon Mr. Lightfoot y nuestra impuntual dama -je, je, je- hace unos meses.
Su singularidad radica, sin embargo, no en la trama, una comedia de enredo como otra cualquiera, sino en el hecho de que su director la presenta como una tragedia griega, aunque un tanto deformada, con su héroe excepcional abocado a la desgracia, su estructura de culpa / retribución y, sobre todo, un coro que interpretaba las partes cantadas de la obra y representaba a un personaje colectivo. Si bien en la comedia de Woody Allen el coro cumple una función paródica y es un mero instrumento humorístico, en la tragedia clásica ateniense -pues todos los grandes tragediógrafos fueron de Atenas- era un elemento fundamental, aunque con el tiempo fue perdiendo importancia y vinculación con la trama.
Aquí os dejo un ejemplo de intervención coral extraído de Poderosa Afrodita, con la predecible tarea de que resumáis en no más de 15 líneas la historia de Edipo, citéis en qué gran tragedia -y de qué autor- se desarrolla y expliquéis qué profesión es esa a la que se hace referencia.


Buscad, buscad, muchachos, mas sed cautos, pues sucede en ocasiones que el conocimiento engendra tan solo dolor.