martes, 14 de octubre de 2014

EXPRIMAMOS LA MATERIA GRIS



χαίρετε πάντες! Ahora que ya sois capaces, más o menos, de reconocer las letras griegas, vamos a subir un poco el nivel. Os traigo esta semana una prueba cuya resolución, según creo, os exigirá poner a trabajar la materia gris, que diría otro Hércules famoso, el Poirot de Agatha Christie.
Siguen a continuación unas palabras extraídas del texto original, insisto, original, de una obra fundamental de la literatura griega:
Οὖτις ἐμοί γ' ὄνομα
Las palabras subrayadas, que podéis encontrar tal cual en cualquiera de los diccionarios de Griego-Español que hay en la sección de Lexicografía de nuestra biblioteca, tienen la clave que os permitirá responder a las siguientes cuestiones:
            1. ¿De qué obra y autor procede este brevísimo fragmento?
            2. ¿En qué episodio aparecen dichas palabras?
            3. Resúmelo en no más de diez líneas.
Me consta, por cierto, que esto del Latín y el Griego sirve para hacer amigos y que estáis en buenas relaciones con algunos de mis alumnos más experimentados. Me alegro, por supuesto, de que mis felices pocos, my happy few, que diría Shakespeare, se lleven tan bien pero en esta ocasión su ayuda, si es que la hay, se limitará a prestaros sus diccionarios. Y creedme, desde mi panóptico particular, soy como el Gran Hermano de George Orwell, todo lo veo y de todo me entero. Así que buscad, buscad, pensad, pensad y… no os dejéis los ojos!
Aquí os espero durante una semana.

4 comentarios:

  1. Después de traducirlo a español he recordado que una vez durante mi infancia vi la película de la Odisea, la escena mas conocida:

    La isla de los Cíclopes dónde se adentra con su tripulación a una cueva. Después de aventurarse un poco, Odiseo se encuentra con un Cíclope llamado "Polifemo", que le pregunta a Odiseo, el cual le pregunta cómo se llama. Odiseo le responde Οὖτις ἐμοί γ' ὄνομα(Mi nombre es Nadie). El Cíclope les encierra con intención de comerse a toda la tripulación. Odiseo ingeniosamente consiguió clavar una estaca en el ojo del Cíclope, y luego fue a buscar a los demás gritando que "Nadie le había clavado una estaca en el ojo" como nadie le creyó Odiseo se escapó con su tripulación.

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  2. La famosa frase que se atrevió, con uso de su ingenio, a decir Ulises fue "Οὖτις ἐμοί γ' ὄνομα" traducido, "mi nombre es nadie".

    Esta frase la utilizó en uno de los capítulos más famosos y divertidos de la Odisea, y es que en cierto momento de su plagado de aventuras viaje, nada más ni nada menos que un gigante se cruzó en su camino, un gigante con un sólo ojo.

    Resulta que, una vez más, la curiosidad mató al gato, pues se adentraron en las profundidades de una cueva, con unas cantidades inimaginables de comida. Ellos, no dudaron en bajar sus barriles de vino y acompañar toda esa comida con unos buenos tragos. Pero a su desgracia, Polifemo, un gigante con un único ojo, los encontró devorando su comida, y los retuvo en su cueva.
    Muchos de los hombres de Ulises murieron a manos de aquel coloso, hasta que Ulises hizo uso de su ingenio y le habló al gigante del tan potente vino que poseían y su maravilloso sabor. El gigante, no dudo un momento en beberse todos y cada uno de los barriles de su rehén, y cuando estaba a punto de caer dormido por los efectos de la bebida, Ulises le dijo la tan célebre frase "Mi nombre es nadie".
    Mientras Polifemo dormía, entre todos le clavaron una enorme barra puntiaguda de hierro en su ojo, privándole así de la vista. Los alaridos de Polifemo resonaron haciendo así que los demás gigantes acudiesen a ver que era lo que ocurría, pero para cuando llegaron, Ulises ya había atado a todos sus hombre con cuerdas al vientre de las amadas ovejas de Polifemo.
    Obviamente, cuando los demás gigantes vieron lo que tenía en el ojo, le preguntaron quién había cometido ese acto, y Polifemo, desesperado, grito que había sido nadie. Los colosos, pensaron que Polifemo había perdido la cabeza y acto seguid ignoraron sus palabras. Cuando el celador del ingenioso Ulises sacó a sus preciadas ovejas a pastar, palpó el lomo de cada una de ellas para ver si estaban montados encima de alguna, pero como estaban atados por el otro lado, Polifemo no se dio cuenta.
    Cuando las ovejas ya habían pastado y Ulises se encontraba en su barco junto a la tripulación que quedaba, le gritó al gigante, que quien le había cegado no había sido nadie, sino Ulises.

    Siento fastidiarte el mérito de pies ligeros Jake

    Odisea, de Homero. Canto número IX

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  3. Vale, siento no haber prestado la suficiente atención a el tercer requisito, si, ese de resúmelo en no más de diez líneas, no en casi treinta... Volveré a intentarlo:

    -El capítulo habla del momento en el que Ulises exploró la cueva de un gigante de un solo ojo, que les retuvo en su cueva. Ulises, emborrachó al gigante y justo antes de caer dormido le dijo "Mi nombre es nadie". Mientras dormía, le clavaron una enorme barra de metal en su único ojo, y cuando quiso explicar a los demás gigantes que nadie le había hecho eso, pensaron que estaba loco, Cuando el gigante, sacó de pastar a sus amadas ovejas, Ulises y los demás ya se encontraban atados al vientre de estas, haciendo así que el gigante olvidase el hecho de que estaban montados sobre ellas. Al fin, Ulises consiguió ecapar en su barco.

    ¿así mejor?

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  4. ¡Gracias, muchachos, por vuestra rapidez! Voy a tener que trabajar más y mejor para obligaros, como quiero, a manejar diccionarios en formato tradicional. ¡Maldición! ;)
    Empecemos por el principio y reconociéndole de nuevo a Jake, "el de pies ligeros", su rapidez. Lo siento, Jorge. Su comentario llegó el primero, solo que no lo había publicado aún. Y, por supuesto, es acertado, como estupendo es tu relato -¡los dos!- del episodio del cíclope Polifemo, narrado, como bien indicas, en el canto IX de la Odisea, que los que sigáis con esto del Latín y del Griego tendréis que leer en 2º de Bachillerato.
    Además, Jorge, das en el clavo con lo de "la curiosidad mató al gato". Ya sabéis que Odiseo no es un héroe al uso, no destaca especialmente por su fuerza sino por ser "el de muchos recursos" y, sobre todo, por su afán de saber. En su regreso a Ítaca pone una y otra vez en riesgo a sus compañeros por satisfacer sus ansias de saber: acerca sus naves más de la cuenta a Escila y Caribdis, se asegura de escuchar los cantos de las sirenas, esas que prometen el conocimiento de todas las cosas y, en este episodio, es él quien insiste en ir a explorar la cueva de Polifemo, cuando todos saben de sobra que han llegado a la isla de los monstruosos cíclopes. Ya en la cueva de Polifemo se produce el encuentro con el monstruo, hijo deforme de Poseidón, que comete la mayor de las faltas que se pueden cometer en el mundo griego: faltar a las obligaciones con los huéspedes. Polifemo no solo no es buen anfitrión. Se come a sus invitados tras reventarles la cabeza contra la pared. Homero no nos ahorra ningún detalle.
    Lo dicho... ¡enhorabuena a los dos! Como siempre, sigo a la espera de más comentarios para quien quiera aportar algo nuevo, hacer alguna pregunta, etc.
    Por cierto, no os libráis de leerme el verso griego en clase.

    PS: Jake, ¿cuál es la versión cinematográfica de la "Odisea" que viste?

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